lunes, 31 de diciembre de 2012

jueves, 27 de diciembre de 2012

El año pasado bajo tierra. Carlos Patiño Millán. Poemas. Antipoda Editores, Nov. 2012

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El año pasado bajo tierra


 Poemas 
Antipoda Editores, Noviembre 2012
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Antípoda Editores
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El Poeta
Fuente de la fotografía e información sobre el poeta: http://fdpv.blogspot.com/2008_09_25_archive.html
Fotografía (Sept. 2008): María Isabel Casas R. , de NTC ...

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EL AÑO PASADO BAJO TIERRA



GACETA, El País, Diciembre 23, 2012

Click derecho sobre las imágenes para ampliarlas en una nueva ventana. 


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NTC ... REGISTRO DEL LANZAMIENTO




*** 6 de Diciembre, 2012, Cali, 6:00 PM
--- El año pasado bajo tierra. Carlos Patiño Millán*. Presentación del libro. Lugar: Lugar a dudas, Calle 15 Nte. # 8 N - 41. Entrada libre.   Click derecho sobre la imagen para ampliarla en una nueva ventana. *escritor y profesor de la Universidad del Valle . http://antipoda-editores.blogspot.com
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Fotografías de la presentación

Tomadas del álbum: http://www.facebook.com/media/set/?set=a.10152063759993797.444882.674043796&type=1 (allí otras fotos) 
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martes, 18 de diciembre de 2012

Las horas de la oruga. Idania Ortiz. Colección Otras Miradas de la UIS. 2012

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Las horas de la oruga 
Idania Ortiz 
Colección Otras Miradas de la UIS 
2012

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La poeta Idania Ortiz Muñoz 1 )
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EDICIÓN DIGITAL DEL LIBRO COMPLETO


http://cultural.uis.edu.co/files/Idania%20poemas-2.pdf
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PRÓLOGO
No olvides tus alas

En Las horas de la oruga hay un niño con los ojos vendados disparando saetas que a veces se convierten en tizones.  Es la palabra de Idania metáfora del amor, invocación del olvido. 
Menuda tarea para las palabras:   habitar el territorio del amor que está hecho de innombrable y de silencio.  Ese vasto universo que nos atraviesa como una herida por la que morimos y renacemos.   Sin embargo, la poeta, atenta a su latido, ha encontrado la forma de nombrar lo inexpresable:   “Marcho/ sin hallar remedio/ a esta herida de fuego/ que en las noches/ sana lenta”. Y en su travesía nos conduce a una búsqueda que no cesa, partida de antemano perdida en la rendición por los recovecos del deseo.
“Primero el amor, luego la ausencia” nos dice José Ramón Fernández.  Tal vez sea este el compás con el que han sido acunados estos poemas.  De la luz a la oscuridad y nuevamente a la luz: “Tengo  miedo del abismo, /si me empujas/caeré a sus estrellas”.
Las pasiones abren un surco profundo y al final nos dejan ver la soledad infinita de quien persigue infructuosamente la completitud en otro:   “Desde ese día te busco/queriendo olvidar tu abandono”.  Es una escritura que avanza como quien intenta apagar con aceite un fuego ardiente pero sólo logra encender aún más la llama.
El espejo se quiebra, imposible ocultar los rostros del amor que son muchos y se expresan de manera distinta.   Aparece entonces el poema “El Sogamoso” que anuncia un nuevo tono, sin dejar de integrar “los amorosos” es un canto libertario por la vida o, “Mujeres con lobos”, homenaje a Clarissa Pinkola y al anhelo de lo salvaje en el fuego creador que fusiona: mujer, brasa, poesía.
No olvides tus alas, porque las horas de la oruga son sólo eso, tiempo de escritura, pasión por el vuelo.
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POEMAS

Carta a mi padre

¿Sabes padre mío que desde ese 16 de Octubre del año en que te fuiste, no he hecho otra cosa que buscarte?
Ese día de domingo en la mañana, cuando disponíamos manteles en familia, nos quedamos todos enmudecidos esperando tu llegada.
¿Se te olvido la cita con tu bella mujer y tus hijos adolescentes?
¿Se te pasó por alto que ese día almorzaríamos juntos y juntos disfrutaríamos la tarde?
¿Dónde te extraviaste?
¿Qué golpe de luz nubló tus ojos?
¿Qué rayo hundió tus pasos de regreso?

Desde ese día te busco
queriendo olvidar tu abandono.
Te persigo en desamparo
en sótanos prohibidos,
en ojos profundos
que me recuerdan tu mirada.

Y cuando te encuentro…
Salto de alegría infantil a tus brazos,
 y retozo,
y río,
y luego,
sólo queda ante mí un pozo oscuro
que se abre
como la tumba
en la que desde ese domingo
 yaces.
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Tejes

Tejes
a la luz de tus sueños
anhelos desprendidos.

Suspendidos en el aire
colores se despeñan
en carcajadas de vida.

Retazos de infancia
pendulan en el viento
y en su vaivén secreto
naves de cartón
emprenden su vuelo.

Navegarás embrujado
la ruta del ocio,
relojes de arena
silenciarán su lluvia.

Detendrás en tus manos
el latir del mundo
y en ágiles giros
rasgarás la muerte.


Demiurgo que coses
lienzos de vida,
déjame guardar
tus agujas rotas.

Quizá así pueda
develar tus misterios
y en hilos de amor
bordarás tu historia.
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La partida

                            Enrocarme, irme de la dama
detrás de la torre
y al lado del abismo.

José Zuleta

Avanza el peón blanco
inicia la partida,
la fila en color sombra
espera la orden.

Dos ojos apuntan
al centro de mis ojos,
somos dos guerreros
jugando a ser libres.

Respondo a tu apertura
soy espejo de tu alma,
sacrifico mi ataque
por ver tus movimientos.

Son blancas tus fichas,
tus razones transparentes,
mi lado oscuro escondo
en un enroque corto. 

Espero que certero
mis alfiles doblegues
y raudos mis corceles
liberen a la Dama.

Doy paso a tu defensa,
pierdo mis soldados,
avanza tu amor
se aproxima el jaque.


Derrumbo mis torres,
fortalezas caen
podrás así vencerme
si en tus brazos muero.
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El Sogamoso

¿Cómo se puede esperar que canten las aves si leshan talado las frondas?
H.D. Thoreau

El Sogamoso
no quiere dejarse atrapar,
vuelca su ímpetu
contra la mano sacrílega,
 túneles siniestros lo aprisionan.

El paisaje agreste
 se diluye en grises,
gigantes de acero
revientan su vientre.

No habrá cantos de río
ni  agua fecundada,
peces dorados de infancia
perderán su nido.

La furia del caudal
quedará adormecida,
lagunas de olvido
verterán su miseria.

Irremediable
quedará sepultada
la existencia líquida
de su triste suerte.


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NTC ... Registros anteriores y enlaces
*** 29 de noviembre, 2012, Bucaramanga, 7:00 pm

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--- Las horas de la oruga de la poeta Idania Ortiz Muñoz 1 )Malabar en el abismo de la escritora Yirama Castaño ( 1 ). Presentación de los libros. Invitan: Dirección Cultural UIS y El Jardín de la Poesía - Radio en Vivo. Lugar: patio español del antigüo Hotel Bucarica. En la radio: 96.9 fm y 670 Khz. En internetemisoras.uis.edu.co
Audio invitación: JardÍn de la poesÍa en noviembre en mp3 (21/11 a las 16:24:48) 00 ...
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domingo, 2 de diciembre de 2012

"Los caminos recrudecen la espera". Carlos-Enrique Ruiz. Poemas. NTC ... edición virtual.

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"Los caminos recrudecen la espera"

Carlos-Enrique Ruiz

Poemas
NTC ... edición virtual
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Retrato del autor. Dibujo de Pilar González-Gómez
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Carlos-Enrique RUIZ
Twitter: @Aleph43
Más información sobre el poeta:

http://ciencia-y-humanidades-ntc.blogspot.com/2011_11_01_archive.html

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NTC ... Edición virtual

FORMATO CALAMEÓ

Leer:


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FORMATO Google DRIVE
Los caminos recrudecen la espera CER, 2012 dic 2.pdf

https://drive.google.com/file/d/1Qsl8_pJSzpiCdXlp54jXJVCSjRPdDz9g/view

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NTC ... SEGUIMIENTOS y ACTUALIZACIONES
A OCTBRE 26 de 2024

Proemio de 

Los caminos recrudecen la espera

de Carlos-Enrique Ruíz

Recorrido de sueños y laberintos

Marcela del Río Reyes*

Papel Salmón, La Patria, Manizales, 26 DE OCTUBRE DE 2024.

https://www.calameo.com/read/004765973b9c9eea8f6d8

Matriz https://www.calameo.com/books/004765973b9c9eea8f6d8

El libro es una suma de ires y venires por las rutas del mundo: 

e la concordia a la disputa, de la disputa a la concordia; 

del destello a la oscuridad y de la oscuridad al destello.


¡Qué pasos andados y desandados! ¡Qué caminos derechos y torcidos tuvo que caminar el poeta para descubrir los ríos ocultos de los ires y venires del mundo! ¡Qué eventos sucedidos en qué tierra de oscuros desatinos produjo que los ojos se fijaran en los pies que buscan lugares escondidos, donde detener su camino y mudar el lugar sin negar el origen! ¡Qué estrella señaló nuevos derroteros para marcar entre ellos el sitio del arraigo en un nuevo lugar, dejando atrás hogares que serán en sueños recordados! ¡Qué oídos fueron necesarios para escuchar el dilema para fijar el sitio entre la duda y la certeza, como quien lanza un dardo hacia un destino fijo, con la venda en los ojos y la mira en un efímero espejismo! ¡Saber mirar! ¡Saber oír! Escuchar las voces que se han ido y que regresan. ¡Escuchar los cantos, los gemidos, la lucha de los depredadores y las presas! Sólo un poeta tiene esas capacidades, un Carlos-Enrique Ruíz que conversa con las sombras, con las luces, con las cigarras y los grillos; con aquellos que se fueron y aquellos que volvieron, consigo mismo en la penumbra de los entresijos de los nidos. Que dialoga con la piedra y el tiempo, con el agua y el río. Con el árbol y el gusano que quieren ser oídos. El poeta dice que “cuando el tiempo se deje de sí mismo, los espejos alcanzarán la duración del símbolo”. Ese tiempo es  la “canción del destierro en la simiente del retorno”, es la historia que nos acecha desde atrás de nosotros, desde el pasado intemporal, y Carlos-Enrique Ruíz nos lo dice con la visión del poeta que, como un dios, mira el mundo total, sin dejar de observar el vaivén de cada arena que es arrastrada por el impulso de las olas sobre la playa virtual de la conciencia. ¡Qué emociones en el poeta pudieron despertar las mariposas heridas en su viajar por los espacios milenarios del dolor y el olvido, de la nostalgia y del penar sin sentido! ¡Qué decir del rencor que nace entre la bruma del desterrado y que el poeta recoge en palabras que son cuchillos para amedrentar al miedo! ¡Qué decir de la sumisión que en la falsa luminosidad del regreso, aturde al orgullo y embrolla la congruencia! El poeta descubre en esa desolación, las quimeras que han de ser desechadas para hacer que la ilusión se cumpla en el silencio de la palabra impronunciada, “con meditaciones cargadas de espera”. El poeta va y viene deslizándose sobre el tema del destierro: La partida y el regreso, los que esperan a los que se van, los que vuelven y los que esperan lo que no quiere volver: la esperanza. Sobre el tema del

amor y de la agonía. La voz poética no sólo expresa, exprime el tema del peregrinar del ser en su dimensión humana, privada y social, hasta su globalización en un mundo que añora el transcurrir sin fugas ni retornos, sin dudas ni acertijos, cuando se vive en la convivencia de la fraternidad y de la paz. El libro es una suma de ires y venires por las rutas del mundo: de la concordia a la disputa, de la disputa a la concordia; del destello a la oscuridad y de la oscuridad al destello. El poeta es un espectador del recorrer de la Humanidad por “los caminos tortuosos de la vida” que revela las búsquedas de diálogo, de las “realidades de la ilusión” que imponen la clausura “en ese caminar despavorido” de los amantes, los enemigos, los paseantes, los viajeros. El poeta nos enfrenta a la dureza de la piedra, a la blandura del agua; a la solidez del dolor y a lo efímero de la felicidad. Su voz penetra en la cóncava palabra de los amantes y en la plegaria de las estrellas. Analiza la invertebrada columna del amor, con sus despertares y sus insomnios, sus desavenencias y sus reencuentros, con sus “instantes de abandono de los dioses”. El poeta recorre los sueños, los laberintos de la vida, los campos de cosecha, los rituales. Todo camino, toda acción humana, toda emoción, toda duda y todo descubrimiento son analizados, recorridos en disección continua por la voz poética que suma y resta,  verifica y concluye; en ilusión de encontrar la piedra angular de la esperanza; en el ansia de deshacer “la crueldad que merodea en espacios íntimos de las rocas y los dinosaurios”. El mundo heredado nos marca como a la res el hierro, así, el poeta quiere voltear de revés los caminos, para lograr que no se recrudezca la espera en un mundo más confiable, por ello escudriña “el claroscuro de la vida”, para hacer estallar “la ceremonia de pañuelos blancos”, la cibernética y el dolor del gusano que clama en un grito invadido de agonía, por ser escuchado. Talvez lo que Carlos-Enrique Ruíz nos está pidiendo en este poemario es que no pensemos que todo está perdido; que debemos escuchar al gusano, a la piedra, al árbol, al cristal y a la porcelana y no dejarlos morir. Si las puertas parecen todas cerradas, aunque los caminos recrudezcan la espera, de nosotros depende abrir al menos una: la puerta de la esperanza.

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 *Escritora mexicana, con doctorado en Filosofía de la Universidad de California. Profesora en la Universidad Central de la Florida. Narradora, poeta, ensayista, autora de obras de teatro. Premio León Felipe. Premio Nacional Juan Ruiz de Alarcón. Premio Letras de Oro. Entre sus múltiples obras publicadas están: Cuentos arcaicos para el año 3000; Trece cielos, Temps en paroles y Homenaje a Remedio Varo. Fue colaboradora de la Revista Aleph, donde se le exaltó con Reportaje: “Marcela del Río” (Revista Aleph No. 68 (1999; pp. 55-64)


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“Navigare necesse est, vivere non necesse" , FLUCTUAT NEC MERGITUR