miércoles, 29 de julio de 2015

Polvo serán, mas polvo enamorado. Francisco de Quevedo. No, 114, “COLECCIÓN UN LIBRO POR CENTAVOS”. NTC ... EDICIÓN DIGITAL - VIRTUAL DEL LIBRO COMPLETO

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Publican y difunden 
NTC … Nos Topamos Con 
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NTC ... agradece a los poetas 
Miguel Méndez Camacho y Clara Mercedes Arango,
de la Decanatura Cultural de la U. Externado,
el aporte de los materiales y documentos para esta publicación,
así como su autorización para difundirlos (enetecearlos) 
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Polvo serán, mas polvo enamorado

Francisco de Quevedo

No. 114,  “COLECCIÓN UN LIBRO POR CENTAVOS”
Julio 2015
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Selección y cuidado a cargo de Juan Felipe Robledo, poeta y profesor

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La Decanatura Cultural de la Universidad Externado de Colombia, continúa en esta segunda etapa de la Colección Un libro por centavos, ampliando la participación de los poetas reconocidos colombianos y latinoamericanos a clásicos de la literatura universal. El número 112 de Santa Teresa de Jesús fue para festejar el quinto centenario de su nacimiento.    Esta antología n° 114, Polvo serán, mas polvo enamorado,  del poeta del Siglo de Oro español, Francisco de Quevedo, reúne una variada selección de poemas, cuyo cuidado estuvo a cargo de  Juan Felipe Robledo,  poeta y profesor de Literatura de la Universidad Javeriana. 
Para Jorge Luis Borges, "Quevedo es, ante todo, intensidad. (…) Fue un sentidor del mundo. Fue una realidad más. Yo quiero equipararlo a España, que no ha desparramado por la tierra caminos nuevos, pero cuyo latido de vivir es tan fuerte que sobresale del rumor numeroso de las otras naciones”.                                                                                              
Este poemario se distribuye  como obsequio para los suscriptores de la revista El Malpensante, casas de cultura,  bibliotecas universitarias, públicas y privadas, cárceles, eventos literarios, festivales de poesía e instituciones culturales del país.  Los libros  también  pueden adquirirse en la librería de la Universidad por $1.000 y  leerlos en formato virtual en el portal del Externado: www.uexternado.edu.co
AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;

mas no de esotra parte en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado

Contenido
Memoria inmortal de don Pedro Girón, duque de Osuna,
muerto en la prisión [9], A la estatua del rey don Felipe iii [10],
Inscripción en el túmulo de don Pedro Girón, duque de Osuna,
virrey y capitán general de las dos Sicilias [11],
Séneca vuelve a Nerón la riquezaque le había dado [12],
Moralidad útil contra los que hacen adorno propio de la ajena
desnudez [13], El pobre, cuando da, pide más que cuando
pide [14], Represéntase la brevedad de lo que se vivey cuán nada
parece lo que se vivió [15], Signifícase la propia brevedad de la
vida, sin pensar, y con padecer, salteada de la muerte [16],
A un caballero que con perros y cazasde montería ocupaba su
vida [17], Aconseja a un amigo no pretenda en su vejez [18],
Salmo i [19], Salmo xvii [20], Conoce la diligencia con que
se acerca la muerte, y procura conocer también la conveniencia
de su venida, yaprovecharse de ese conocimiento [21],
Salmo xix [22], Burla de los que con dones quieren granjear
del cielo pretensiones injustas [23], Desde la torre [24],
Al repentino y falso rumor de fuego que se movió en la Plaza
Mayor de Madrid en una fiesta de toros [25], A Roma sepultada
en sus ruinas [26], Exhortación a una nave nueva al entrar
en el agua [27], El reloj de arena [31], Reloj de campanilla [33],
El reloj de sol [36], Epístola satírica y censoria contra
las costumbres presentes de los castellanos, escrita a don
Gaspar de Guzmán, condede Olivares, en su valimiento [37],
Compara el discurso de su amor con el de un arroyo [49],
A Aminta, que se cubrió los ojos con la mano [50],
A una dama tuerta y muy hermosa [51], Último sentimiento
del amante [52], Del amor físico y el amor intelectual [53],
A un caballero que se dolía del dilatarse la posesión de
su amor [54], Amor constante más allá de la muerte [55],
Persevera en la exageración de su afecto amoroso y en el exceso
de su padecer [56], Soneto amoroso definiendo el amor [57],
Letrilla satírica viii [58], Sacamuelas que quería concluir
con la herramienta de una boca [60], Letrilla satírica xviii [61],
Letrilla lírica iii [65], El pelícano [67],
Descubre Manzanares secretos de los que en él se bañan [70],
A una nariz [74], Al mosquito de la trompetilla [75],
A Dafne huyendo de Apolo [76],
Indignándose mucho de ver propagarse un linaje de
estudiosos hipócritas, y vanos e ignorantes compradores
de libros, escribió este soneto, dirigiéndole a su amigo
don Joseph Antonio González de Salas [77],
Te crepitus perdit nimium si ventre retentes tepropere emissus
servat titem crepitus. Si crepitus servare potest et perdere,
numquio terrificis crepitus regibus aequa potesti [78],
Contra don Luis de Góngora [80], A un poeta [81],
Al amor de monja [82]
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NTC ... EDICIÓN DIGITAL - VIRTUAL

DEL LIBRO COMPLETO


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EL NÚMERO ANTERIOR 113

25 de junio de 2015

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martes, 28 de julio de 2015

El lugar de la espera. Gerardo Rivera. ANTOLOGÍA. MINISTERIO DE CULTURA, Colombia, 2015. NTC ... Edición digital-virtual.

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NTC agradece al poeta José Zuleta Ortiz por el pdf
 y por la autorización para publicarlo 
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El lugar de la espera 
Gerardo Rivera 
ANTOLOGÍA

REPÚBLICA DE COLOMBIA

MINISTERIO DE CULTURA, 2015


Selección de textos y edición:  JOSÉ ZULETA ORTIZ



Prólogo: William Ospina


Diseño de carátula
ORLANDO LÓPEZ VALENCIA
Material impreso de distribución gratuita con fines didácticos y culturales.
Páginas: 315
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Allí donde las palabras son las cosas

Por William Ospina

La poesía, más que una manera de escribir, es una manera de
sentir. Por eso, mucho antes de que Gerardo Rivera comenzara a
escribir estos poemas ya sabíamos que era un poeta, y podíamos
vivir la plenitud de su poesía, la riqueza y la gracia desconcertante
de sus inventos verbales, esa curiosa manera de reinar por
el lenguaje sobre los azares de la realidad. Ese secreto del poeta,
como en las cortes antiguas, lo saben su rey y su ayuda de cámara,
su príncipe y su maestro de capilla, su princesa y ese eterno
aspirante a una dignidad que no sabría honrar. Recuerdo unas
tardes verdes de hace veintitrés años, cuando Gerardo nos mostraba
los poemas de Hans Hans, un poeta inexistente y fecundo
que estaba agonizando en Belgrado. Había dejado una obra
intensa y breve de la que yo escribí un prólogo deleznable hoy
afortunadamente perdido. Recuerdo a Gerardo cuando regresó
de su viaje a Hungría y nos llenó las veladas de bosques con faisanes
y restaurantes decrépitos apenas sostenidos por el trémolo
de los violines. Lo recuerdo con su curvo bastón de caña, comprado
en los mercados de Budapest, caminando por la avenida
sexta bajo la lluvia de los guayacanes amarillos de otra década. Y
también recuerdo las intensas veladas que vivimos cuando volvió
de Grecia, y nos hablaba de los cuarticos blancos de Praga y de
los muelles de Igumenitza, de playas donde había un muchacho
griego con un pulpo adherido a su cuerpo entre las aguas de un
azul de tinta.

Gerardo se negó por años a escribir algo más que cierta balada
a la que llamó La vaca aritmética, las ondulaciones en casi haikú
de la luna en el agua y un populoso monólogo de Lady Macbeth
preparando la recepción para Duncan en un castillo atareado de
criados y de cuervos, de niños que se hurgaban las narices y de
calderos exigiendo abrasivos. En vano le pedíamos otros poemas.
Como Adolfo Montaño, como José María Borrero, obturaba sus
oídos con cera de abejas para no oír la voz de las sirenas fatales
que invitan al naufragio mortal de tejer versos. Pero un día en
Chicoral salió a caminar por las montañas brumosas y al parecer
el sol salió y derritió el sello de Ulises y la sirena cantó. Desde
entonces la poesía de Gerardo también se convirtió en poemas,
y yo quiero afirmar aquí que cada poema suyo es una suerte de
experiencia mística.

Pero ¿de dónde procede el poder de estos poemas, su intensidad,
la verdad que nos entrega incluso en sus juegos más atrevidos?
Tal vez es cierto que la verdad está en el tono, en la reposada
intensidad, en la íntima convicción de quien habla. Si ello es así,
entonces a lo largo de los años Gerardo no desarrollaba sus destrezas
literarias escribiendo versos sin fin, como tantos poetas,
sino formando una experiencia del mundo, una actitud como de
monje oriental, la capacidad de detener la mirada en cada cosa,
y de encontrar en cada cosa todas las cosas. ¿Qué puede ser el
universo sino “Ese río de tórtolas y semillas” de que nos habla en
un poema, esas voces que / Algunas veces son pájaros / Algunas
veces son estrellas /Y la eternidad / Con su abrigo de luz / que va
dando sus brincos / De gato / Sus bostezos de conejo? El mundo
en sus palabras es milagroso, pero lo es de una manera reposada,
como saben serlo el agua, las perdices, las hojas. Está lleno de
cosas comunes arrebatadas a la cotidianidad y sorprendidas en
flagrancia. En ese mundo suyo por el hueco / de la luna / saltan
hacia el cielo / los gatos. A Gerardo, para decirmos la melancolía
de todo lo que fue, le basta este giro: Detrás de las escaleras /
está ahora el bosque amarillo. Para nombrar la muerte le basta
decir: Hay gentes / sentadas en sillas vacías / en los muebles de
la lluvia / te miran y no hablan. Para hacernos creer en una tierna
circunstancia perdida en la historia, en un momento de la vida de
una mujer del medioevo, construye estas precisiones conmovedoras:
Gúdula de Utrech / de los tejados de Lieja /No te levantes
todavía / Todavía hay mucha neblina / En la huerta y sobre los
prados / Hoy es 15 de marzo / de 1273/ Acuérdate / Tienes que
ir al mercado.

Sólo hay una cosa que Gerardo no mira y son los espejos. Tal
vez eso nos dé la clave del tono de su poesía y de la intensidad que
tienen en ella las cosas, las formas del mundo, los milagros de la
realidad. En esta poesía lo humano es sólo una parte humilde
de lo que existe. Lo humano está sobre todo en la mirada, en la
simpatía con las pisadas del gato que van dejando un rastro de
belleza sobre la tierra, en las tenues reconvenciones que una voz
casi sin cuerpo les hace a las estrellas y a Dios y a las sillas que
nunca se cansan de esperar a alguien que les dé su sentido. Yo
diría que sólo quien se mira tan poco a sí mismo puede ver con
tanta intensidad el mundo. Pero no soy yo quien vino a decir sus
poemas. Sé que me está vedado añadir más palabras a la magia
poderosa y a las geometrías secretas que hay en ellos. Impúdica,
públicamente quiero agradecer la poesía que Gerardo ha traído
a nuestras vidas, las muchas horas en que el lenguaje se ha exaltado
en fiesta y pasión, en compañía y milagro. Y quiero pedir la
ayuda de Apollinaire para celebrar las muchas veces en que nuestro
vaso ha estado lleno de un vino que tiembla como una llama;
las muchas veces en que el vaso se ha roto como una carcajada. *

 William Ospina

* NoTiCa de NTC ...: este texto a color aparece en la contra portada del libro. 

https://picasaweb.google.com/111515077843964359836/GerardoRiveraElLugarDeLaEspera#

GERARDO RIVERA

Nació en Medellín en 1942. Estudió Derecho en el Colegio
Mayor del Rosario. Se desempeñó como publicista y redactor
en varias agencias de publicidad. Durante dos décadas
deambuló por Europa y el norte de África. Autor de los libros
de poesía: A lo largo de las estatuas de octubre, El viajero
de los pies de oro, Una nada cubierta de hojas (Premio
Jorge Isaacs 2005), Anterior a la penumbra, El lugar
de la espera (2010), A la sombra de los árboles milagrosos
(2012). Actualmente vive en una cabaña, acompañado de
sus perros, en la Reserva Natural de Chicoral, cerca a Cali.


21 de octubre de 2010

"El lugar de la espera". Gerardo Rivera. Poesía. Antología.


13 de octubre de 2012

El Poeta Gerardo Rivera. Premio Nacional de Poesía José Manuel Arango. 2012

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