viernes, 24 de noviembre de 2017

POÉSIE COLOMBIENNE DU XXIe SIÈCLE. Édition bilingue. Traduction collective. Myriam Montoya. ANTOLOGÍA DE POESÍA COLOMBIANA CONTEMPORÁNEA

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Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con … 

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NTC ... agradece la poeta Ómar Ortiz Forero 
por el aporte de la información y 
por la autorización para publicarla. 

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ANTHOLOGIE DE POÉSIE COLOMBIENNE XXI SIÈCLE : Edition Bilingüe



Traductores: Libia Acero Borbón, Beatriz Avendaño, Sara Candela, Stéphane Chaumet, Céline Glotz-Terrier, Amalia Leal, Brigitte Le Brun Vanhove, Catherine Marchais, Yves Monino, Benjamín Moure, Paola Vernot y Jean Pierre Lambert. 
Éditeur : L'Oreille du Loup

Date de parution 13/11/2017 . Annoncé par l'éditeur
Prix de vente au public (TTC) : 30 €
644 pages ; 20 x 15 cm
ISBN 978-2-917290-50-7
EAN 9782917290507
Résumé :L’anthologie présente un choix, qui ouvre un éventail de soixante-dix poètes nés entre 1949 et 1990, de la deuxième moitié du XXe siècle et commencement du XXI siècle, ceux qui représentent les nouvelles voix et les générations de poètes colombiens qui ont pris le relais du feu de la parole, pour éclairer et interpréter le monde en lui donnant un sens et un esprit poétique. La sélection des soixante-dix poètes dans cette anthologie obéit également à cet ordre inévitable que le temps et l’histoire établissent, dans le but de proposer une continuité au travail réalisé par Fernando Charry Lara. Comme toute anthologie, notre choix peut être considéré comme arbitraire et partiel et nous dirons que cet échantillon n’est qu’une représentation assez restreinte et transversale de l’ensemble de la grande production poétique actuelle. Une compilation destinée à montrer sa richesse, sa vigueur, son authenticité ainsi que des tendances, des textures, des thématiques et d’une façon ponctuelle, dégager en partie l’état actuel de l’art poétique en Colombie. …En suivant des multiples chemins, aussi divers la géographie Colombie et ses origines, indiennes, espagnoles et africaines entremêlées au cours de notre histoire, vous allez trouver dans ces poèmes des jeux du langage et de l’image, de l’émerveillement, de l’étrangeté, de l’ironie, de l’érotisme, le labyrinthe de soi et l’étonnement avec lequel ces poètes donnent leur lecture de l’instant et du monde.
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PRÓLOGO

ANTOLOGÍA DE POESÍA COLOMBIANA CONTEMPORÁNEA
Introducción
Por Myriam Montoya
En 1990 la casa editorial Patiño en Suiza publicó una Antología bilingüe de poesía colombiana del siglo XX, compilada y prologada por Fernando Charry Lara y traducida por Maryline-Armande Renard.
Desde su aparición han transcurrido 27 años, después de descubrirla en cada visita que hice a sus páginas se fue gestando la idea de hacer la recopilación de una antología que le diera continuidad a este proyecto. Fue la invitación por parte del consejo editorial de la Revista Poésie/Première, de realizar un dossier sobre la poesía colombiana para su número 68, la chispa que detona el surgimiento de esta nueva Antología de poesía colombiana del siglo XXI. El dossier para Poésie/ Première resultó ser una muestra de 31 poetas en el que se tradujo un poema por poeta más su reseña bio-bliográfica. Esta experiencia se constituyó igualmente en el preámbulo de la celebración del 2017, como un año de intercambio cultural y de cooperación entre Colombia y Francia, y la que diera origen y base a esta recopilación. La presente antología es una muestra, que abre un abanico de setenta poetas nacidos entre 1949 y 1990, siendo éstos, en la segunda mitad del siglo XX y comienzo del XXI, quienes representan las nuevas voces y generaciones de poetas colombianos que han tomado el relevo del fuego de la palabra, para interpretar el mundo y darle su sentido y espíritu poético.
La selección de los setenta poetas en la Antología de Poesía colombiana siglo XXI obedece igualmente a ese orden inevitable que establecen el Tiempo y la Historia, así que al objetivo de proponer una continuidad al trabajo realizado por el Maestro Fernando Charry Lara. Como toda antología, nuestra selección puede ser considerada como arbitraria y parcial y nosotros diríamos que esta muestra es sólo una representación bastante restringida y transversal del conjunto de la gran producción poética actual de este país. Una compilación destinada a mostrar su riqueza, su vigor, su autenticidad, así que sus tendencias, texturas, temáticas y una manera puntual, de despejar en parte, el estado actual del arte poético en Colombia.
“Je est un autre je est une femme”. Nos regocijamos dialogando con el espíritu de Rimbaud, ciento cuarenta y seis años después de la “Lettre à Paul Demeny”, de ver cumplir con exactitud en esta antología su oráculo de Joven, de Poeta y de Vidente. …“Elle sera poéte elle aussi! …La femme trouvera de l’inconnu! Ses mondes d’idées différeront ils des notres ? -Elle trouvera des choses insondables, repoussantes, délicieuses, nous les prendrons, nous les comprendrons… ”…“Ella será poeta también! …La mujer encontrará lo desconocido ! Su mundo de ideas diferirá del nuestro? Ella encontrará cosas insondables, repulsivas, deliciosas, nosotros las tomaremos, las comprenderemos… ” Las mujeres colombianas como en todas partes, han tomado la palabra y escriben y se tutean con el arte eterno, apropiadas del legado de la Modernidad. Sus poemas, creaciones hechas de palabras, son prueba de una voluntad y de un deseo ardiente de apoderarse de un lenguaje singular para expresar su impulso, sus obsesiones, sus premuras. Con una clara determinación en esta obra al lado de treinta y cinco reconocidos poetas masculinos hemos hecho una selección de una igual cantidad de poetas mujeres que destacan, en sus propuestas poéticas.
Recorriendo múltiples caminos, tan diversos como su geografía y sus orígenes indígenas, españoles y africanos entremezclados en el curso de nuestra historia, en estos poemas ustedes van a encontrar el juego con el lenguaje y la imagen, la admiración, la extrañeza, la ironía, el erotismo, el laberinto del yo y el asombro con el cual estos poetas ofrecen sus lecturas del instante y del mundo.
Aunque esta poética se ha destilado en un contexto histórico interno marcado por la violencia, la injusticia social, el conflicto político armado, a los cuales se les sumó más tarde el estigma internacional y la problemática interna del narcotráfico, nosotros ponemos de relieve la convicción y la voluntad estética de estos poetas para sublimar todo lenguaje que enuncia en primer grado los aspectos políticos o patéticos de una realidad desgarradora.
DE LA TRADUCCIÓN COLECTIVA:
La traducción es un puente obligatorio que toda obra literaria debe transitar para llegar a otras culturas, a otras lenguas, para trasladarse en la palabra a otros hemisferios y reconocerse en el otro lingüísticamente diferente. Este cotejo en la alteridad es al tiempo una confirmación y una metamorfosis de la obra y en el caso que nos ocupa del poema. El poema que es un todo estructurado emprende la aventura de esta “transformación” o transmutación que representa una nueva vida, una nueva posibilidad y presencia.
Desde la problemática planteada por Umberto Eco en su “Dire presque la même chose/Decir casi la misma cosa”, nosotros nos lanzamos a este aparente e insalvable vacío existente entre las lenguas, aferrados al parapente de la literalidad, con la certeza de que la plasticidadad, el vigor de las palabras y del poema en sí mismo, con sus abismos oscuros o secretos, con su ritmo y movimiento íntimo, sus aristas de luz y su esencia terminará reencarnando el misterio y su resolución en su nueva arquitectura y cuerpo lingüístico.
Damos una especial importancia al trabajo destacado que ha realizado el equipo de traductores en su coautoría: Libia Acero Borbón, Beatriz Avendaño, Sara Candela, Stéphane Chaumet, Céline Glotz-Terrier, Amalia Leal, Brigitte Le Brun Vanhove, Catherine Marchais, Yves Monino, Benjamín Moure, Paola Vernot y Jean Pierre Lambert. A La lectura profunda de estos poemas y luego a su traducción a la lengua de Racine et de Voltaire, queda como memoria en las páginas de este libro.
Inagotable es el oficio de restitución de las grandes obras de la literatura, del pensamiento y de las ciencias a través de la traducción, por ese acto casi siempre anónimo de los traductores que desde los tiempos “memorables” han abierto las fronteras del espíritu y del mundo, haciendo transitar saberes, experiencias, fantasías, utopías y creaciones que liberan y humanizan cambiando o enriqueciendo la sensibilidad y la conciencia de los pueblos. Estos pueblos que a su turno generan a su vez la representación y la existencia de los múltiples orígenes, lenguas y devenires. ¿Qué hubiese sido de la humanidad si los traductores no hubiesen franqueado con su saber las fronteras continentales y del espíritu? Qué visión tendríamos de nuestra especie si no hubiésemos leído a Homero, a Sófocles, el pensamiento de Platón y de Aristóteles y de todos los pensadores y poetas de la antigüedad, sin tener noticias de los viajes de Marco Polo y de todos los viajeros que nos mostraron los mundos ignotos a través de sus relatos, sin la poesía de Safo y de Omar Khayâm, de François Villon, William Blake et Ravindranath Tagore, sin el pensamiento de Lao Tsé, si no hubiésemos leído a Dante, Shakespeare, Dostoievski,Tolstoi, Mijail Cholojov a Soltyenitzi y más recientemente a Svetlana Aleixevich, a Robert Louis Stevenson, Melville, Mary Wollstonecraft, Emily Bronte, o Virginia Woolf, a Balzac, Víctor Hugo, Julio Verne, Romain Roland, Marcel Proust Céline, a Holderlin, Thomas Mann, Nietzsche, Karl Marx, a Cervantes, Pablo Neruda, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Steinbeck, Whitman, a todos los Clásicos anónimos de todas las latitudes y culturas? ¿Qué haríamos sin todas estas lecturas citadas y tantas otras que aún nos quedan por leer?
Formalmente, en la escritura de la poesía contemporánea colombiana hay una constante de la utilización del verso libre, muy depurado y las fronteras de los géneros entre prosa y poesía experimentan una tendencia a desaparecer. Para introducirlos en la materia poética de esta antología haré una lectura personal de algunos de los poetas del decenio de los cincuenta y dejaré al lector el placer de realizar libremente este cometido con todos los otros poetas y de reaccionar con su subjetividad y sensibilidad.
Como preludio hemos elegido los poemas de Samuel Vásquez, 1949, quien es el eslabón para mostrar la transición hacia esta generación de poetas que además de ser sucesora inmediata y contemporánea de la efervescencia y del influjo de la revista Mito, de los Nadaistas y de la llamada “generación sin nombre” han surcado y abordado, sin excepción, sus obras en una total libertad, influenciados quizá por las poéticas que circulan en el mundo, pero resueltamente libres de todo manifiesto y canon preestablecido. La poesía de Samuel Vásquez revela de inmediato como centro de atención el individuo, el acto creador y una lucidez sin complacencia. Poemas de una gran precisión y limpidez para mejor dejar transparentar la ética desprendida de esta poesía, que se bate entre la nada y la exigencia de una alta existencia. Su palabra afilada corta toda ambigüedad para que nazcan claridad y sortilegios. El poema comprometido, la toma de conciencia de la mujer, la reflexión sobre la violencia infligida al hábitat, la pérdida para siempre de un paisaje a causa de la industria incontrolada de la construcción en esta tierra, impulsan el canto de Guiomar Cuesta, pero también una sensualidad fulgurando en los poemas que inauguran esta generación. Omar Ortíz nos ofrece una poesía llena de imágenes, de perfumes y de misterios, como provocaciones, como adivinanzas, como una apuesta que uno está obligado a ganar, una poesía que nos deja siempre sobre el punto del abrazamiento. Los poemas de Renata Durán se presentan como construcciones minuciosas que buscan la perfección, cada verso es siempre un peldaño para que el próximo vaya aún más lejos y más alto hasta despertarnos en el éxtasis, en la epifanía. A la manera de salmodias de una sacerdotisa, los poemas de Luz Amparo Osorio nos hacen entrar en conjuraciones sagradas que solo una mujer puede invocar y develarnos. En la palabra de Fernando Rendón se siente el impulso y la necesidad de ligar y religar lazos primordiales que los seres vivos tienen entre ellos, la tierra y el universo que están a punto de romperse. Como si una lucha de fuerzas y de energías contrarias estuviera siempre en disputa, son estas energías que hacen de él un poeta en constante búsqueda. Jorge Eliécer nos muestra su poder de auscultación, de observación de lo que es fugitivo, escondido o secreto, aquello que sólo un cazador de imágenes, de estrellas y de bestias puede encontrar mirando a través del objetivo poético, rondando en la paciencia, conspirando con la imaginación y el pensamiento. En los poemas de Piedad Bonnet solo una mirada basta para que todo adquiera solidez, porque es de una mirada aguda que ella muestra y dice las cosas y los seres, ella sabe mostrar todos los contornos y ribetes, pues sucede a menudo que la realidad y la evidencia disimulan y camuflan aquello que hace mal aquello que engendra la dicha. Con una sola mirada esta poeta penetra con su cogitación poética en todo aquello que escapa por arraigado o invisible. La poética de Carlos Vásquez nos habla en tanto que extranjero, en tanto que expedicionario o viajero sorprendido de sus hallazgos tal un aeda asombrado que ve de un ojo puro y canta una poesía pura que fluye hasta la ebriedad, hasta el arrobamiento. Eduardo García Aguilar, ese poeta que ha siempre sentido y presentido el influjo de “Las urbes luminosas”, un viajero en busca de esta experiencia existencial, aquella de “El arte de estar lejos”, en su poesía, la vida y el instante vividos en cualquier país, paisaje y continente no son otra cosa que “el viaje”. Su poesía es casi siempre el pasaje atravesado y él, el huésped que mora en el poema. Eugenia Sánchez Nieto, nos hace entrar en el onirismo de sus poemas nocturnos, para que nosotros seamos con el soplo contenido y el corazón batiente, los testigos de sus ráfagas de imágenes que se despliegan oscuras como un delirio casi cinematográfico, donde el poema es a la vez el límite de la tensión y su tregua. Una poesía jubilatoria es la de León Gil, donde a la ironía y la irrisión se mezcla la sensibilidad y la sabiduría para darnos una alternativa de cómo abordar de otra forma la carga dolorosa de la condición humana. Se encuentra en la poesía terrígena de Rómulo Bustos una profusión de imágenes y de metáforas donde confluyen erotismo, lúdica y el humor que nos ahorra toda pesadez liberándonos en el vuelo de la risa.
Dejándolos recorrer las creaciones poéticas que todas estas generaciones han producido en el curso de la segunda mitad de siglo XX y del principio del XXI, le deseo una muy buena lectura.
Myriam Montoya

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POETAS INCLUIDOS (Tomado de 1 *)
Albeiro Montoya Guiral, Santa Rosa de Cabal 1986
Alejandra Lerma, Cali 1991
Ana María Bustamante, Medellín 1991
Anna Francisca Rodas Iglesias, Puerto Mosquito 1968
Andrea Cote, Barrancabermeja 1981
Ángela García, Medellín 1957
Amparo Osorio, Bogotá 1951
Annabell Manjarrés, Santa Marta 1985
Bibiana Bernal, Calarcá 1985
Camilo Restrepo, Medellín 1987
Carolina Bustos, Bogotá 1979
Carlos Andrés Jaramillo, Medellín 1986
Carlos Castillo, Miraflorez 1966
Carlos Fajardo Fajardo, Cali 1957
Carlos Vásquez, Medellín 1953
Daniel José Acevedo, Medellín 1986
Daniela Prado, Cali 1994
Eduardo García Aguilar, Manizales 1953
Elvira Alejandra Quintero, Cali 1960
Eugenia Sánchez Nieto, Bogotá 1953
Fadir Delgado, Barranquilla 1980
Fátima Vélez,
Federico Díaz Granados, Bogotá 1974
Felipe López, Manizales 1985
Felipe Garzón, Bello 1963
Fernando Linero, Santa Marta 1957
Francisco Montaña, Bogotá 1967
Fredy Yezzed, Bogotá 1979
Giovanny Gómez, Bogotá 1978
Gonzalo Márquez, Bogotá 1963
Guiomar Cuesta, Medellín 1950
Gustavo Adolfo Garcés, Medellín 1957
Gloria Posada, Medellín 1967
Hanna Escobar, Medellín, Titiribí 1985
Iván Beltrán Castillo, Bogotá 1963
Jairo Guzmán, Medellín 1963
Jorge Eliécer Ordoñez, Cali 195
Jorge Torres, Chiquinquirá 1956
Julián Malatesta, Cali 1955
León Gil, Venecia 1954
Lucía Estrada, Medellín 1980
Luis Eduardo Rendón Escobar, Medellín 1972
Luis Eduardo Jaramillo, Bello 1963
Luis Fernando Macías, Medellín 1957
Margarita Losada Vargas, Neiva 1983
María Cecilia Sánchez, Bogotá 1964
María Clemencia Sánchez, Itagüí 1970
Marisol Bohorquez, Santa María Huila 1982
Mery Yolanda Sánchez, Guamo Tolima 1956
Myriam Montoya, Bello 1963
Nana Rodríguez, Tunja 1956
Omar Castillo, Medellín 1958
Omar Ortiz, Bogotá 1950
Orietta Lozano, Cali 1956
Pablo Montoya, Barrancabermeja 1963
Piedad Bonnett, Amalfi 1953
Renata Durán, Bogotá 1950
Rómulo Bustos, Santa Catalina de Alejandría 1954
Ronald Cano, Medellín 1983
Vito Apushana, Kaaraipia Maicao 198
Víctor Raúl Jaramillo, Sonsón 1966
Víctor López Rache, Toca 1958
Tania Ganitsky, Bogotá 1986
Yirama Castaño, El Socorro 1964
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