REGISTROS DE NTC … de la presentación en Cali (Jul. 2, 2009) , ver:
"Navíos de Caronte". Poesía. Carlos Fajardo Fajardo. En Cali.
http://ntc-libros-de-poesia.blogspot.com/2009_07_07_archive.html
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2 de julio, 2009, 6:30 PM en Cali
Lanzamiento del libro de poemas Navíos de Caronte de CARLOS FAJARDO FAJARDO.
Presentador: Orlando López Valencia .
Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero de Cali, Calle 5a. No. 24 A-91, en el auditorio 2 a las 6:30 p.m. Tarjeta de invitación enseguida.
(Click sobre las imágenes para ampliarlas y hacerlas legibles. Click en "Atrás" en la barra para regresar al aquí)
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Presentación a cargo de: Gustavo Adolfo Quesada Vanegas
Jueves 23 de abril de 2009. 6:00 p.m. BOGOTA
Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de La Salle, Sede Chapinero. Carrera 5 N° 59A-44 . Edificio Fundadores, primer piso, Salón F 200
http://con-fabulacion.blogspot.com/2007/08/navios-de-caronte-de-carlos-fajardo_02.html
Carátula del libro
Contracarátula del libro NAVÍOS DE CARONTE. POESÍA (Texto)
“Al otro lado la patria
con sus ríos siniestros
transportando la muerte”
Carlos Fajardo Fajardo.
La supremacía de lo horizontal tiene su dominio en este poemario. El agua impone su condición oceánica y su pavoroso fluir. Una decantada imagen poética encuentra en el elemento del origen su poderío arrasador y su triste sosiego.
Las palabras como cantos rodados, los seres que no arriban del pasado sino de un lugar sepulto... Las voces que fueron enterradas, porque aquí, como en la Antología de Spoon River de Edgar Lee Masters y en Pedro Páramo de Juan Rulfo, avanzamos sobresaltados hacia el reino del cual -como es sabido- sólo siete regresaron.
Un agua mortal funda sus ecos, sus estremecimientos. Los navíos que representan para el soñador bacheleriano vientre y sepultura, nacimiento y viaje sin retorno, se funden en una imagen arquetípica. El hallazgo pero también la separación, los exilios y los puertos, el tránsito inseguro del corazón... "Estas calles que todo lo mío desconocen".
Y tal como en el río Aqueronte, en este navío de papel, un guía nos lleva a la otra orilla, pero provistos de la rama dorada sin la cual nadie podría atravesar el cauce de regreso. El lúcido llamado de Caronte -último fulgor- asiste las delicadas invenciones que componen este libro. Sabemos por su autor que somos desoladoramente ricos en naufragios, pero que aún nos resta la poesía, el único idioma de los muertos.
Gonzalo Márquez Cristo, Editor
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Carlos Fajardo Fajardo. Santiago de Cali, Colombia, 1957. Filósofo, Magíster y Doctor en Literatura de la UNED, España. Autor de los poemarios: Origen de silencios (1981), Serenidad sitiada (1990), Veraneras, (1995), Atlas de callejerías (1997), Tierra de sol (2003) y una antología de su poesía, 2004. Entre sus libros de ensayos se encuentran: Estética y posmodernidad (2001), Estética y sensibilidades posmodernas (2005), la obra colectiva Real/Virtual en la estética y teoría de las artes (Paidós, Barcelona, 2006), El arte en tiempos de globalización – Nuevas preguntas, otras fronteras (Universidad de la Salle, 2006). Ganador del premio de poesía Antonio Llanos (1991) y premio de poesía Jorge Isaacs (2003). http://coleccionlosconjurados.blogspot.com/2006/10/carlos-fajardo-fajardo.html (Ampliación de esta reseña más adelante)
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LA PRESENTACIÓN
Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” , Sala Meyer Dubrovsky,
Miércoles 8 de abril.
La presentación estuvo a cargo de la poeta Susana Cella y, como preámbulo, Nubia Conde Quintero leyó la reseña que el poeta Gustavo Quesada escribió sobre el libro Navíos de Caronte. Texto de la reseña se presenta más adelante
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LA LECTURA en Nueva Casona de Colombres
Presentación de Gerardo Curiá y Lidia Rochala.
Reseña del libro escrita por el poeta Gustavo Quesada.
VIDEOS
http://www.youtube.com/watch?v=n7mVPRGEk5o
http://www.youtube.com/watch?v=s7_2ZWLpHyc
http://www.youtube.com/watch?v=y839DqqOWKw
Uno de los cuadros de la sala ++++
O LA PERMANENCIA DEL EXILIO
POR GUSTAVO ADOLFO QUESADA VANEGAS*
“La mano que maneja la pluma
vale tanto como la que maneja el arado”
Arthur Rimbaud
http://con-fabulacion.blogspot.com/2007/08/navios-de-caronte-de-carlos-fajardo.html
Conozco a Carlos Fajardo Fajardo desde comienzos de los noventa del siglo XX, cuando él y su hermandad de poetas y de gestores culturales: “Si mañana despierto”, se abrían espacio en los ambientes literarios de Bogotá. Jóvenes, seguros y denodados, en más de una ocasión nos coludimos para programar eventos literarios. Desde esos días Carlos Fajardo se manifestaba como lo que es: “un horrible trabajador” – tal denominaba Rimbaud al poeta vidente-, ya sea haciendo la maestría de literatura y luego el doctorado, como docente, como ensayista que busca las claves de las nuevas culturas y las nuevas sensibilidades, o como poeta que trasciende lo sensible cotidiano para navegar en la aguas profundas de las desgarraduras del hombre. Su pasión por el verbo lo ha llevado siempre a una disciplina de carácter total. De ahí sólo podría surgir una obra rigurosa con capacidad de develar el mundo y anclarse en la memoria de la cultura. Muchos reconocimientos y premios atestiguan esa búsqueda y esa inmersión ética en nuestros torvos tiempos, para resurgir con la palabra exacta, la única capaz de abrir el futuro desde los resquicios de lo onírico y el horizonte de lo humano, porque como diría Jorge Gaitán Durán lo estético y lo ético tienen una ligazón indisoluble.
Mi soledad es más grave que una esquirla
clavada en el corazón
más terrible que la sed del viajero
más basta que los mares de mi patria
Navíos de Caronte, libro bellamente editado por la Colección Los Conjurados de Común Presencia, iluminado con navíos surgidos del pincel de Edgar Insuasty, es un poemario con cuatro puertas que uno no sabe si se abren o están cerradas para los viajeros: Navíos, Diásporas, Puertos, Exilios. ¿De qué habla el poeta? En el mundo de hoy el desplazamiento y la migración surgen en Córdoba o Nariño (Colombia), en Rusia, en Sudán, en Marruecos, en Túnez o África del Sur, en la China, en el Salvador, en Guatemala o en México. Inversamente a lo sucedido desde el siglo XVI y hasta la mitad del siglo XX, cuando desde el centro las corrientes migratorias se dirigían al Tercer Mundo, hoy presenciamos “la colonización inversa”. Pero mientras los viajeros del centro encontraron siempre una recepción abierta y en poco tiempo se constituyeron en parte de las élites dominantes, valga el caso de los migrantes europeos hacia América por todo el siglo XIX y el siglo XX, los actuales migrantes no encuentran recepción distinta a la de la policía. Y a donde quiera que lleguen, sea Europa o América del Norte, los esperan la discriminación y el abandono. Y esto cuando logran llegar, cuando sus huesos no van a parar al fondo del mar.
“Soy extranjero/ sin nombre/ sin ley/ sin luna. /Soy extranjero/ sin lengua/ sin palabras. /Soy extranjero/ sin madre/ sin patria/ sin un árbol que recuerde”.
Quedarse sin lengua, sin memoria, en una tierra extraña, es quedarse sin patria. ¿Cómo portar la patria cuando la propia lengua es otra, cuando se vive en las sombras, cuando se es representación del mal? El poemario es contundente: se inicia el viaje con expectativa, se arriba a puertos que proscriben la entrada, se llega al exilio, a la soledad y a la autonegación: “Esta ciudad para mi se oculta. /No soy más que un despojo/ en una calle enemiga”. No se trata de la tragedia de un grupo humano o de una cultura específicos. Es una tragedia universal. Inmensas masas humanas se desplazan de sur a norte, luego de que sus sociedades fueran desarticuladas y saqueadas por el colonialismo y cuando han sido destruidas por la guerra; cuando las potencias coloniales construyeron fronteras que separaron hermanos y aglomeraron culturas diferentes; cuando la única alternativa que se encuentra es ser un paria en España, en Francia, en Italia o en Alemania. “La Otra Orilla” es el lugar del desarraigo, de la pérdida de los sueños, de la disolución de lo humano: “¿(…) alguien habrá encendido un fuego a nuestro nombre?/ ¿Presentirán este vacío del vacío, sin dolor alguno?”
¿Dónde quedaron entonces las promesas de la razón y la Ilustración? ¿Dónde el humanismo del que han hecho gala las naciones “civilizadas” argumento socorrido para justificar su colonialismo sobre el resto del mundo? El mundo global abre sus fronteras, sobre todo las del otrora llamado Tercer Mundo, para que circulen el dinero, las mercancías y los símbolos pero no los hombres. Los desplazados terminan en el fondo del mar: “En casa nadie sabe/ que ahora somos dos cadáveres/ sin compañía alguna”
Es posible que el poeta haya percibido en toda su dimensión esta crisis de proporciones inusuales en sus periplos por Colombia y por el mundo. Es posible que haya recibido el terrible sacudón en alguna parte de España o en las comunas de Cali o Medellín: Quizá en una esquina de Bogotá cuando se nos acercan los desplazados. Todos lo hemos percibido, todos padecemos el impacto de las noticias de las pateras o la zozobra de los balseros, o las casas llenas de chinos que esperan pasar por Colombia rumbo a Centroamérica y de allí a México y a los Estados Unidos. Pero no todos podemos transformar el dolor humano en arte. En el ambiente se respiran todavía fragmentos de los “Cuadernos de Sarajevo” de Juan Goytisolo, como el caso más cercano de un texto que recorre el dolor de un pueblo, de un momento histórico y lo lanza al espacio para sacudir la conciencia universal.
La lectura y la relectura de Navíos de Caronte nos exige, además, una digresión: toda obra de arte nace de una experiencia singular en la sensibilidad y la conciencia del artista, pero sólo su trabajo, su esfuerzo denodado, su medir cada hecho creativo en su justa dimensión hace de su experiencia algo universal. Tal es el caso del poemario que comentamos: el desgarramiento del dolor humano se hace universal en palabras contenidas, cinceladas con sudor y con talento, hijas de quien ve en la poesía la posibilidad cierta todavía de señalar el dolor y el sufrimiento: “Ancho es el mar. / Mis cabellos se agitan por los tempranos vientos. /Sumergido en la inmensidad de la luna /se me acaba la tarde./ Que nadie se fije en nuestros aguados ojos. /La muerte será más cruel y pura /en océanos de nadie”.
No hay realismo. No hay cuerpos. No hay nombres ni apellidos. Los migrantes, los desplazados, son fantasmas que sueñan, que deambulan, que sienten dolor y nostalgia, que rememoran el cuerpo de la amada o el calor del fogón de la casa de la madre; que dibujan el árbol o sienten las medusas en los ojos como certificado de su propia muerte. No hay desbordes lingüísticos ni quejidos sentimentales. Contención, precisión y una herida abierta de la primera a la última página.
Pero llegados a la parte final, “Exilios” el autor nos subvierte la mirada: En el mundo actual se han finiquitado los lugares. Donde quiera que estemos: la ciudad, la calle, la distancia, nuestro destino es el de los exiliados. La casa de los juegos, la calle de la añoranza, la infancia, la voz de la amada, todo nos anuncia que los lugares se han perdido en la memoria y que la memoria nos conduce al exilio. No hay lugares. Todo es un grande y a la vez pequeño mundo, ajeno, veloz e implacable, que arrasa los recuerdos, los colores, las texturas que le podrían dar sentido a la existencia. Si antes el exilio era un lugar físico, ahora es un lugar permanente de la sensibilidad y de la existencia. ¿Cuál es el territorio que pisamos? ¿Qué tienen que ver conmigo las ciudades, las muchedumbres, el tiempo al que no contienen los relojes, las luces que hacen todo más oscuro?
“Acostúmbrate, dicen tus cartas /a ese destino de ciudad /que hoy sostiene tu mirada”.
GUSTAVO ADOLFO QUESADA VANEGAS
Bogotá, marzo de 2009
* Poeta, ensayista y catedrático colombiano
POESÍA COLOMBIANA: NAVÍOS DE CARONTE DE CARLOS FAJARDO
ABC CULTURAL (Argentina) . Libros http://www.abccultural.com.ar/nota.php?ID=191 Abril 09, 2009
Navíos de Caronte escrita por el poeta y filósofo colombiano Carlos Fajardo
Navíos de Caronte es el nombre de la obra que acaba de presentar el poeta y filósofo colombiano Carlos Fajardo, una creación que rememora los pasos angustiantes por los que debe transitar un inmigrante de la época actual que se ve obligado a dejar sus tierras y que es rechazado por la nueva sociedad que pretende integrar.
Nacido en 1957 en Santiago de Cali, Fajardo rememora con estos versos una parte de su propia historia durante una estadía en España, y lo hace a través de cuatro títulos que describen cada una de las partes en las que está dividido el libro: Navío, Diásporas, Puerto y Exilios.
Sin embargo, esto no es una historia personal, es más bien un hecho que la gran masa de inmigrantes protagoniza en las últimas décadas. De ser América una tierra abierta a los inmigrantes europeos durante fines del siglo XIX y principios (e incluso hasta mediados) del XX, con una población que fue armando parte de su propia identidad con culturas extranjeras, hoy vive un camino inverso.
Quienes ahora son los exiliados son los latinoamericanos, aquellos que se vieron y se ven obligados a partir de su tierra natal para encontrar nuevos horizontes (gobiernos dictatoriales, pobreza, miseria…), pero la respuesta que encuentran no es la esperada y las puertas no están abiertas como si las estuvieron cuando les tocó ser a ellos los receptores de quienes buscaban un refugio en el cual cobijarse.
El mismo autor fue quien, durante la presentación que se llevó acabo ayer en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, leyó fragmentos de sus poemas. Para insertarnos más en esta relación inmigrantes-inmigrados que nos quiere mostrar en Navíos de Caronte, aquí hay algunos versos de la obra:
1ª Parte – Navío
“Las voces del exilio me han llamado/…viajo hacia el abismo/…que nadie se fije en nuestros aguados ojos. / La muerte será más cruel y pura/ en océanos de nadie…”
2ª Parte – Diásporas
“Soy del olvido/…no tengo nada/ sólo un duro porvenir/ e hijos aún no nacidos/ no tenemos nada/ sólo este dolor/… todo lo dejo aquí/…me arrojo a este océano/…zarpamos/ y se pierde el ancho mundo del que partimos…”
3ª Parte – Puerto
“Desnudo he llegado/…en casa nadie sabe/ que ahora somos dos cadáveres/ sin compañía alguna/…estoy muerto/ no llegaremos a la otra orilla/…mi casa está al otro lado del mundo,/ mi lengua/…extranjero/ extranjero me gritan…”
4ª Parte – Exilios
“Hemos partido de nuestra tierra de sol/...no hemos encontrado paraíso alguno/ sino cuerpos calcinados/…soy extranjero/ sin nombre/ sin ley/ sin luna./ Soy extranjero/ sin lengua/ sin palabras/ Soy extranjero/ sin madre/ sin patria/ sin un árbol que recuerde./ … de un momento a otro todo a cambiado/…busco mi patria en las patrias de otros/ … mi mano busca la mano de mi madre/ ¿dónde encontrarla?/... pero desde entonces todo ha sido ausencia/… estoy hecho para el recuerdo/ ahora se que no seré feliz/… mi triste y bello país está del otro lado/… te estoy llamando/ y nadie responde”.
Otras obras del autor: Entre sus poemarios se encuentran Origen de Silencios (1981), Serenidad Sitiada (1990), Veraneras (1995), Atlas de Callejerías (1997), Tierra de Sol (2003) y Antología (2004) y entre sus ensayos: Estética y Posmodernidad (2001) y Estética y Sensibilidades Posmodernas (2005).
Ficha técnica : Título: Navíos de Caronte . Autor: Carlos Fajardo .Editorial Común Presencia, Bogotá .Año 2009. por Analía Lanzillotta , analial@abccultural.com.ar
*** RESEÑA BIOGRAFICA AMPLIADA
Carlos Fajardo Fajardo nació en Santiago de Cali, 1957, Colombia. Poeta, y ensayista. Filósofo de la Universidad del Cauca, Colombia; Magíster en Literatura de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y Doctor en Literatura de la UNED (España). Es profesor de estética, historia del arte y literatura en la Universidad de la Salle y en los postgrados de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas de Bogotá. Ha sido ponente y profesor invitado a varias universidades, entre ellas, la Universidad de Valladolid- España; la Universidad de Nova Lisboa- Portugal; la UNED- España-; La Universidad del Zulia de Maracaibo, Venezuela; la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá; Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia; Universidad Nacional de Colombia; como también a distintos festivales internacionales de poesía.
Es cofundador de la Corporación “Si Mañana Despierto”, dedicada a la investigación y creación artística y literaria.
Ha publicado los libros de poesía: Origen de Silencios. Fundación Banco de Estado, Popayán (1981); Serenidad Sitiada, Si Mañana Despierto Ediciones, Bogotá (1990); Veraneras, premio de poesía Antonio Llanos, Si Mañana Despierto Ediciones, Santafé de Bogotá (1995); Atlas de callejerías. Trilce Editores, Santafé de Bogotá (1997); Tierra de Sol, Premio de poesía Jorge Isaacs, Gobernación del Valle del Cauca, 2003; la antología de su poesía titulada Serenidad Sitiada, Universidad del Valle, 2004; Navíos de Caronte, Común Presencia Editores, Bogotá, 2009.
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Entre sus libros de ensayos se encuentran Charlas a la Intemperie. Selección de ensayos sobre estética. Universidad INCCA de Colombia, 2000. Estética y posmodernidad. Nuevos contextos y sensibilidades, Editorial Abya-yala, de Quito, Ecuador, 2001, Estética y sensibilidades posmodernas. ITESO, Guadalajara, Méjico, 2005; la obra colectiva Real/Virtual en la estética y teoría de las artes. Barcelona: Paidós, 2006; El arte en tiempos de globalización. Nuevas preguntas, otras fronteras. Universidad de la Salle, 2006, y múltiples ensayos en revistas especializadas y diarios nacionales e internacionales. Su poesía figura en varias antologías de las cuales se destaca: Desde el Umbral, poesía colombiana en transición, 2005; CALI-GRAFIAS. LA CIUDAD LITERARIA ( 1 ) (Es.) - Cali-graphies: La cité littéraire ( 1 , 2 , ) (Fr). (Antología bilingüe). Universidad del Valle, Cali, 2008.
Poemas y ensayos suyos han sido traducidos al inglés, italiano, serbio, polaco y portugués. Ganador del premio de poesía Antonio Llanos, Santiago de Cali 1991; segundo premio en el Primer Concurso Nacional de Poesía ICFES, 1984; Mención de Honor en el Premio Jorge Isaacs 1996 y 1997; Mención de Honor Premio Ciudad de Bogotá, 1994 y premio de poesía Jorge Isaacs 2003. carfajardo@hotmail.com
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A pesar de las penurias y de la exclusión con las cuales se manejan los asuntos de la cultura en el país, al punto que la inmensa mayoría de dichas actividades estéticas ni siquiera son registradas por los entes supuestamente encargados de ellas, hay creadores quienes, ante la marginalidad e indiferencia oficiales, continúan dando muestras valiosas de su creatividad y, aunque no lleguen a los círculos de los privilegios informativos, cuentan igualmente con cientos y hasta miles de lectores anónimos, en la academia, y como creadores viven en los inmensos márgenes, disponiendo de ese otro tipo de información que en éstos se produce.
En ese contexto, mucho más complejo aún, el poeta, Carlos Fajardo Fajardo, de la mano de la Colección Los conjurados, de Común Presencia Editores, da a conocer este nuevo libro de poemas, Navíos de Caronte, utilizando para su título la mítica figura de la literatura griega, encargada de llevar en su barca a los muertos más allá de las islas del averno. Una metáfora para llamar la condición y situación de apremio de aquellos, quienes angustiosamente buscan una vida digna yéndose de un Continente a otro en las conocidas pateras de África, rumbo a España, siendo extensivo a muchos otros inmigrantes en distintas partes del mundo, como aquellos esperanzados en el sueño americano. Los Navíos de Caronte, a la vez, resultan en otra metáfora del viaje de los desplazados, consistente en el viajero, en la familia obligada por circunstancias irrenunciables a desplazarse de su patria a otro Continente, incluso de su tierra, a las periferias de miseria de las ciudades dejando atrás todo cuanto aman.
Dos o tres lecturas paralelas, de acuerdo a las motivaciones del lector, se pueden ir haciendo de los “Navíos, Diásporas, Puertos, Exilios”. Desde el primer poema de Navíos, “Nos enmudece el mar / su insistente sonido…”, un ritmo, una cadencia, un movimiento en el cual se arrastra y envuelve al lector, lo va llevando; al mismo tiempo una atmósfera seductoramente extraña, ignota, por donde se va cadenciosamente de un verso a otro, de un poema a otro. Al viajar en una u otra de esas lecturas, el lector no tiene otra opción, como los “guerreros” dispuestos a pasar las turbulentas aguas de una orilla a otra, atraídos por “el sonido de las olas / el llamado de Caronte” hacia lo tantas veces anhelado pero desconocido, incierto y/o trágico. Logro destacable de este libro de poemas, con esa cadencia y esa atmósfera de las cuales la palabra, la imagen, se hace un instrumento, con las diferencias técnicas y sin el vasto y complejo despliegue de inmensidad interior de un Saint-John Perse, en obras como “Mares”, los Navíos de Caronte parecieran navegar en esos mares del poeta franco-antillano.
Si bien la referencia, con sus impresionantes imágenes, de quienes dejan sus países en África para arrojarse en frágiles pateras tratando de alcanzar las costas de España, pudo desatar ese viaje de imágenes poéticas, “Navíos” es también la suerte, la diáspora, el exilio de tantos pueblos en el mundo acosados por el hambre y/o la violencia, haciendo olvidar el problema de las pateras, para reflejar ese viaje de tantos latinoamericanos en busca de un mejor destino en los Estados Unidos y en Europa: “He soportado estas calles / buscando palabras / para nombrar mi bárbara ciudad. / Nada he encontrado. / Solo repudio en un país de plomo”. Una vez en tierra extranjera, el desarraigo, la soledad, la incomunicación, la soledad, ese “homesick” de los ingleses no pueden sino contenerse en versos como estos:
Soy un extraño en trenes de extraños
Un pasajero sin más
Embriagado de luna.
No conozco estos seres que pasan como un vicio
No sé nada de sus largas jornadas
Ni de su íntimo bar.
Busco mi patria en las patrias de otros
Y no sé qué país
Con sus miedos me habita.
Este poema, en otra lectura, muestra la soledad y el desamparo del poeta, la separación indeseada del amor, deseando todo lo lejano y no encontrándose en los nuevos lugares transitados, a donde los deberes de la vida lo han traído pero en la extrañeza y desasosiego su voz se hace una imprecación al destino, yendo hasta las mismas raíces ancestrales: “Mi mano busca la mano de mi madre / pero desde entonces todo ha sido ausencia / y nada puede ya traer su rostro alucinado. / Mi mano busca la palabra del hermano…”/
Hermosa y trágica experiencia poética la de este libro, habiendo abordado una problemática con todas sus turbulencias interiores, cierra con la nostalgia siempre presente del regreso, en aras de recuperar todo lo dejado, aunque esto, tantas veces, ya no sea sino un sueño: “¿Quién me llevará de nuevo a mi triste y bello país? / Está en la otra orilla. / Llamo / pero nadie responde”.
RAFAEL DÍAZ BORBÓN
Carlos Fajardo Fajardo. Común Presencia Editores, Bogotá. 2009.
Por: Felipe García Quintero , fgq1973@hotmail.com
http://www.elliberal.com.co/index.php/noticias/lo-nuestro/navios-de-caronte.-poesia.html
Durante la década de los ochenta, la actividad literaria en Popayán estuvo liderada por el grupo “La Rueda”. A ese grupo de entusiastas universitarios debemos la publicación de 7 entregas de la revista homónima, cuya memoria impresa hoy día se constituye en el legado literario de una época de cambio, recordemos, signada por la transformación forzada a que tuvo lugar la ciudad luego del sismo del 31 de marzo de 1983.
El estatuto literario que regía por entonces se ve cuestionado cuando uno vuelve a los artículos, poemas y relatos publicados tanto en la revista como en una página de El Liberal, bajo la coordinación de Germán Mendoza, que por igual divulgaba las nuevas letras locales. Lo anterior, a su vez, encontró en la emisión de una radio revista y mediante lecturas públicas en auditorios y claustros, una nueva manera de asumir el hecho poético, digamos, de mayor apertura, y por ende, más plural y sensible a las corrientes contemporáneas que hacía mucho tiempo atrás habían irrumpido pero que para nosotros no eran reconocidas ni menos aceptadas.
De entre esos jóvenes autores se destaca el trabajo literario de Carlos Fajardo (Cali, 1957), poeta y ensayista notable. Otros escritores, sin embargo, con igual talento —pensamos en Cristóbal Gnecco— abandonaron pronto el camino de las letras, de tal suerte que vemos en este poeta al sobreviviente activo de un grupo literario que surge en Popayán y se integra con méritos suficientes a la tradición literaria nacional.
Una prueba de ello es que el primer libro de poemas de Carlos Fajardo fue editado en 1981 en Popayán por la Fundación Banco del Estado. Al mirar con distancia, comprendemos ahora que el nombre dado a ese tomo inaugural de versos no es menos significativo del ser cultural urbano local: “Origen de silencios”. Desde entonces, las entregas periódicas y sucesivas de sus poemas y reflexiones estéticas no han cesado, como tampoco la formación académica inicial aprendida en las aulas de la Universidad del Cauca, institución que le otorgara el título de Licenciado en Filosofía.
Nos corresponde en buena suerte contar con un poeta que este año entrega su sexto libro de poesía. En “Navíos de Caronte”, Carlos Fajardo alcanza de nuevo el equilibrio difícil y esquivo entre forma y fondo; aspecto en apariencia en desuso cuando se piensa que el arte en la posmodernidad obliga a la disolución de todo orden lógico. Y es justo este factor lo que otorga al libro su estructura meditada en torno al sentido que tiene la muerte.
La metáfora del viaje cobra relieve, pues se trata, al leer, de seguir los pasos de una voz que indaga a tientas por los ámbitos de lo desconocido, llámese a esto tiempo pretérito, olvido, separación, distancia de lo amado. Afín del oficio realizado por el viejo barquero griego, encargado de transportar las almas por el río Aqueronte, estos poemas fluyen en las aguas luctuosas de un país desolado por su violenta realidad. No obstante, el poeta no encalla sólo en la queja o la simple denuncia, sino que avista en ese horizonte sombrío por el dolor una secreta luz, comprendemos entonces que no es otra que la luz verbal emanada de la poesía.
Periódico virtual Con-fabulación
http://confabulacionvirtual.blogspot.com/ (Buscar Artículos de Carlos Fajardo Fajardo )
Centro Virtual Jorge Isaacs. Poesía Vallecaucana: FAJARDO FAJARDO, Carlos , http://dintev.univalle.edu.co/cvisaacs/index.php?option=com_content&task=view&id=76&Itemid=204
http://www.adamar.org/autores/
www.adamar.org/numero_17/000099.fajardo_fajardo.htm
http://www.adamar.org/num10/indgeneral.html
http://www.revista.agulha.nom.br/bh4fajardo.htm
www.revista.agulha.nom.br/bhcffajardo.htm
* Antología poética: http://www.alforjapoesia.com/virtual/gaceta_more.php?id=606_0_7_0_M
http://www.alforjapoesia.com/virtual/gaceta_more.php?id=A648_0_7_0_M
* El poder como espectáculo y el espectáculo del poder Preocupante delirio en
http://www.eldiplo.info/mostrar_articulo.php?id=101&numero=34
** Colombia, esa ‘contradicción irresoluble’ . En:
http://www.eldiplo.info/mostrar_articulo.php?id=802&numero=72
http://www.imaginando.com/literatura/archivos/000094.html%20-%2024
http://www.imaginando.com/literatura/archivos/000094.html
www.festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/es/Revista/ultimas_ediciones/59_60/fajardo.html
Hacia una estética de la cibercultura nº 10 http://www.ucm.es/info/especulo/numero10/est_cibe.html
Estructuras, figuras y categorías en el arte de Fin de Siglo nº 11 http://www.ucm.es/info/especulo/numero11/est_figu.html
El abismo presentido (cartografías de la sensibilidad de fin de siglo) nº 13 http://www.ucm.es/info/especulo/numero13/cfajardo.html
Hacia un milenio que amenaza nº 14 http://www.ucm.es/info/especulo/numero14/milenio.html
La estetización de la Cultura. ¿Pérdida del sentimiento sublime? nº16 http://www.ucm.es/info/especulo/numero16/estetiz.html
: Cibercultura y tecnovirtualización de la Historia nº 18 http://www.ucm.es/info/especulo/numero18/cibercul.html
Poesía y posmodernidad nº 20 http://www.ucm.es/info/especulo/numero20/posmoder.html
La virtualización social del poeta (la poesía en tiempos de exclusión) nº 25: http://www.ucm.es/info/especulo/numero25/exclusio.html
El poeta frente a la complejidad global nº 32 http://www.ucm.es/info/especulo/numero32/poecompl.html
http://escritorescolombianos.blogspot.com/2006/11/carlos-fajardo-fajardo.html
www.outspokenart.withtheworks.net/spanish_poems/poema_para.html - 8k -
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